Sí señor, esto lo digo sin una salvavidas que se llama ironía.
Lo digo por lo que he podido observar en
lo mejor del ser humano, y más importante, de la potencial mejora que se puede
experimentar la humanidad como una entidad.
Al día de hoy, sigo creyendo que todos somos uno y los que
intentan desligarse de la única entidad pasaran por un proceso doloroso. Se trata solamente del concepto de la energía,
que existe solamente una forma, la positiva.
La energía ‘negativa’ en sí no existe, y no deja de ser una carencia de energía,
un vacio. Cuando uno se encuentra en la
presencia de una persona sin energía para dar a otros, (sin esperar nada en
cambio), es como si uno estuviera ante una aspiradora de energía.
Es entonces cuando uno tiene que generar su propia energía,
haciendo una limpieza constantemente de la mente, con mucha humildez. De esta manera, tendría uno la capacidad de
estar feliz y poder compartir esa felicidad con todos los demás. Es mi propósito único en esa vida y he podido
presenciar los frutos de la generosidad y amor universal. Es que no existe otra manera de decirlo. Sé que estamos viviendo en 2012, acelerado
por la informática y competitividad, y seguro que muchos me acusaran de cursi e
ingenuo. Pero creo que no bastaría si
solamente uno consiga esa paz, porque esto concierne a todos, es decir esa
felicidad sublime la tiene que sentir todos plenamente.
Sé también que falta muchísimo para llegar allí, por esto
seguimos dando vueltas por la samsara.
Es como si nos diese una segunda, tercera y sinfín de oportunidades para
conseguir la iluminación final.
Amistades en el Mundo
En el ultimo año, he comprobado que solamente un grano de compasión
y amabilidad y comprensión produce unas olas de bondad y amor universal. Es como si la gente quisiera compartir el ‘chi’,
la energía que emana no de mí, sino del mismísimo dharma. Hasta los funcionarios de la aduana y la inmigración
me felicitan, ‘Happy Birthday’, algo que me conmociona mucho.
Aquí les dejo con las imágenes de Felipe (de padre español
y madre filipina-americana) y Jeanette de Seattle, Estados Unidos, repletos de
espontaneidad. Son super simpaticos y
les agradezco por haber compartido su energía con el mundo. Con suerte podría aprender más de sus
vivencias, porque me parecen dos personas muy muy interesantes.
También he conocido a este joven maorí de 26 años, de Nueva
Zelanda, Piri, un chico muy noble y de buen corazón.
Claro, tengo que dar una mención especial a Ángela de Málaga
y Mari Carmen de Toledo. Nunca olvidaré
lo bien que he pasado con ellas en el día de mis cumpleaños. Su generosidad, vitalidad y optimismo no
tiene limite, y por eso estoy agradecido por el tiempo que hemos compartido en
Rarotonga y Auckland.