Tuesday, 26 April 2011

Szechuan Mapo Tofu

Agustin preparó este plato tradicíonal de China anoche.  Es fantástico!
Corta en trocitos 250g de carne de cerdo, la parte que tiene algo de tocino.  Frie la carne hasta que esté doradita, echa sal, pimienta negra, ajo y gengibre picado, luego algo de salsa de alubia fermentada y chile.  Por ultimo, echa un bloque de tofu blando o quesode, 300g.  Deja cocer fuego medio alto por 5 minutos, y echa una solucíon de agua y harina de maiz, pero poquito.  2 minutos más en la sarten.  Sirve con arroz de jasmin.
No había efectos secundarios.




Agustin prepared this traditional Chinese dish last night, it is fantastic!
Cut in small pieces 250g of pork, the part which is a little fatty.  Fry the pork until brown, put in salt and black pepper, then minced garlic and ginger.  Then add the fermented chillied bean sauce.  And lastly a block of soft tofu, 300g.  Let it simmer on medium high for 5 mintues, then add a solution of water with cornflour, just a little.  Then 2 more minutes in the pan.  Serve with jasmine rice.
There were no side effects.

Pan Fried Snapper with Garlic Butter

Compra un pescado de 1 kg y lo haga filete.  Rellena 2 filetes con un pesto de curry, mantequilla, ajo rallado, corteza de limon rallada, tomato paste.  Cubre con pimienta negra y paprika y sal y harina y pasa por la sarten, 5 minutos cada lado.
¿Tiene buen aspecto, que sí?  Lo unico es que tenemos hoy un poco de dolor de tripa.  Ustedes mismos!





Buy a 1kg snapper and fillete it.  Fill 2 filletes with a paste made of curry, butter, minced garlic, minced lemon peel, tomato paste.  Cover with black pepper and paprika and salt and a little flour, then fry in the pan, 5 minutes each side.
Looks good, no?  The only catch is that we have stomach ache today.  Up to your discretion!  

Strange Tales - Snowy


Este cuento es la última parte de la trilogia de los Cuentos Extraños.  Despues de los raros acontecimientos con  Poppy y Monty, teníamos uno de las experiencias más dulce y agradable con un gatito blanco.  Lo encontré paseando al lado de un parking en Panmure despues de llevar a Agustin a su colegio de ingles.  Esto era el invierno de 2005.  Abrí la puerta de mi coche y el tontorron se metío sin pensar dos veces.  Y se pusó tan comodo en el coche, sin nervios para nada mientras que su choffer le transportó a su nuevo hogar en Stanhope Road.

De todos los gatos que he tenido en el pasado, una docena en total, este es sin duda el más sosegado y dulce.  Ya desde el principio, este gato se portó como un niño bueno, uno que nunca ha matado a una mosca, un buenazo.  Le pusimos el nombre Pitufo pero nunca respondía a este nombre, y despues de una semana concluimos que Pitufo era sordo, claro muchos gatos blancos nacen sordos.  Habían tantos recuerdos bonitos con Pitufo durante los proximos 3 meses, por ejemplo su mania con la tele y pantalla del ordenador.  Podía pasar una hora jugando con las imagenes en las pantalla usando su patas.  Y debido a su sordera, una vez se pusó delante de un camion y pudimos salvarlo de milagro.  Y como Poppy, le gustaba caminar con nosotros por 2 kilometros despues de la cena.

Pero en el fondo de nuestra felicidad con Pitufo había un asunto pendiente que era el famoso viaje a España otra vez para averiguar por qué no ha escrito el hermano de Agustin.  Hemos pagado con mucha antelacíon, dos billetes con Thai Airways, que eran de precios muy especiales, y que no te reembolsan el dinero si no los usan.  Decidí llamar a SPCA despues de los tres meses con Pitufo para ver si él figuraba entre la lista de las mascotas perdidas.  Y una chica amable en SPCA me dijó, por qué no prueba este número en Panmure.  ¿Que casualidad, no, Panmure?  Lo llamé en un domingo y la chica que cogío el teléfono me preguntó si el gato tiene una pequeña manchita en la espalda, que era resultado de a una travesura con un charco de gasolina en su patio.  Y que si el gato es sordo, y si tira arena por todos los sitios con sus patas despues de hacer sus necesidades.

En aquel momento, me daba cuenta que Snowy - su nombre verdadero, como  Poppy y Monty, era un huesped en nuestra casa, o más bien gato hotel.  Su estancia con nosotros le sirvío para reunirse con sus amos verdaderos.  La felicidad ha sido pasajera como todas las cosas y experiencias en nuestras vidas, pero estoy más que agradecido por haber tenido estas vivencias.


Strange Tales - Monty

Savannah Cat
Esta experiencia con otro gato sí que me puso el pelo de punta.  Era realmente increíble y ocurrío un poco despues de la historia con Poppy.  Habían pasado unos meses y como no tenía que cuidar a ningun gato, me veía obligado de comprar dos billetes de avion para ir a España.  Odio volar en avion más que 6 horas (menos para ir a España) y como tenía que hacer el viaje decidí planificar una vuelta al mundo para conocer lugares que realmente me apetecía conocer.  Duracíon del viaje, 38 dias en total desde el 4 Febrero 2004.

Dos semanas antes del vuelo, ví este gato por la tarde en el complejo en el mismo sitio donde ví a Poppy.  Pero este gato parecía delgado y silvestre.  No yo lo hacía caso.  Pero la misma noche cuando lo ví desde mi balcon, lo llamaba Kitty Kitty, y esta vez respondío.  Subío por la escalera al lado del complejo y se metío en el piso.  Estaba con un aspecto de asustado y un pellejo sucio, no paraba de llorar, o más bien lloriquear.  Era insorportable y todo el rato me seguía.  Quería comer pero más que nada quería mimo.   Parecia un Savannah pero callejero.  Me seguía por todos los sitios y no me dejaba en paz.  

Bueno, al grano, este gato no nos dejaba dormir y decidímos llevarlo a SPCA por la mañana siguiente.  Pero toda la noche estaba por encima de mi regazo 'haciendo galletas' como hacen los gatos.  Y me hacía daños con su garras como estaba tan pasional.  Pues, nada, el dia siguiente, lo metí en una bolsa de viaje y fuimos conduciendo casí 20 kilometros a la zona del aeropuerto, donde está SPCA y lo dejaba allí con la reccepcionista.  En el coche me sentía triste a no saber si lo van a sacrificar en el centro.  Pasaban otro 12 dias y cogimos el avion para conocer al mundo.

En el 14 de Marzo, despues de un penoso vuelo (no puedo con el jet lag), lleguemos a Auckland de nuevo al mediodia.  Estaba hecho polvo y la verdad sin ganas de hacer nada.  Fui a la cama hasta las 8 de la noche.  Fue cuando oí el sonido de algo rascando a la puerta principal.  Y sorpresa, allí en la entrada estaba el mismo gato.  Esta vez tenía un collar con el nombre Monty y un número de mobil.  Llamé enseguida a esta persona y él me dijo que su gato se desaparecío solamente hace 2 dias y que vive a unos 2 kilometros de nosotros.  Despues de 15 minutos con el lloron Monty, llegó su dueño en coche que si recuerdo bien se llama James. 

Aunque James me explicaba que hace 2 meses perdío al Monty y volvío a encontrarlo en una jaula en SPCA, todo me parecía más que una coincidencia.  Fijense en las coincidencias y la distancia que tenia que andar el gato dos veces desde Barrack Road al Stanhope Road, que son 2 kilometros, y por qué tan sincronizado todo con mi viaje de 38 dias.  No lo sé pero me suena de una intervencíon divina.


Strange Tales - Poppy

Grey Tabby Cat
A veces cuando estoy demasíado metido en lo rutinario y mundano, pienso en la historia de Poppy, que era una gata superintelligente que entró y salío de mi vida hace 8 años.  Este cuento siempre me sirve como un recuerdo de lo poco que sabemos de lo que está más alla de la vida.  Y del poco contacto que tenemos con asuntos paranormales.  Una vez empezaba a contar este cuento a mi vecina aqui en Auckland y ella se asustó despues de escuchar solamente 2 minutos de la historia y me pidío que parase, porque era escalofriante el tema.

Bueno, era una buena tarde de primavera en Auckland y estaba asomado por mi balcon en el piso (en la foto deabajo) cuando notaba un gatito gris deambulando por el recinto del complejo.  No lo reconocía y sabía que no pertenecía a ningunos de mis vecinos.  Como soy un amante de los gatos, lo llamaba y enseguida él vino corriendo hacía la escalera del edificio llorando.  En vez de ignorarme majestuosamente como la mayoria de gatos, él llegó a mi puerta y se quedó tan tranquilamente para cenar.  Desde el primer dia, ya se convirtío como un compañero fiel y cariñoso.  Mi amigo Agustin tambien se enamoró de ella y como es gata, la pusimos el nombre Poppy.

Pasaban los dias de primavera y cuando llegó el invierno Poppy ya formó una parte indispensable de nuestra familia.  Hay que admitir que Poppy no parecía muy diferente que otros gatos que había tenido en el pasado, pues le encantaba comer pescado, era distante a veces, pensativa (de esto no le gustaba Agustin tanto) y de vez en cuando traviesa.  No quiero repetir las mismas vivencias de otra gente con su mascota felina, así que voy al grano de lo extraño que era Poppy.  Ella le gustaba pasear con nosotros cada tarde sobre las 7 despues de la cena.  Y no se trató de un paseito por la esquina.  Andabamos unos 3 km por el suburbio y ella nos sigúío sin prisa, como si supiese de lo que se tratase.  Pero despues de vivir 4 meses con nosotros, descubrí el propósito de los paseos para ella
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En una noche fria del invierno, emprendímos los 3 este largo camino.  Pero debido a unos atrasos, empecémos a las 8 de la noche.  Cuando eran las 9 menos cuarto, ya hemos llegado a Rutland Road que está a 50 metros del piso.  Fue allí que Poppy se detuvó debajo de un faró y negó a moverse.  Intentaba a cogerla en mis brazos pero me rehuyó.  Despues de 20 minutos nos dimos por vencidos y como está cerca del piso, la dejemos allí con la confianza que ella volviese dentro de poco.  Esta fue la última vez que vimos a Poppy.

La mañana siguiente a las 8, mi amigo decidío registrar todo el vecindario pero lo unico que encontró fue una carta en nuestro buzon de una señora agraciendonos por haber cuidado de su gata.  Ella habia visto nuestra direccíon escrito en el collar de Poppy y nos contó que hace 4 meses perdío a su gata pero no la dío por perdido.  Ella había seguido con su busqueda por todo el suburbio, recorriendo cada semana una o dos veces el mismo camino.  Y esta noche, sus instintos (igual que los de Poppy) le llevó a Rutland Road para reunirse con ella, justo sobre las 9 y media de la noche.

¿Es este el destino, lo inevitable de todas nuestras vidas que preferimos ignorar?  ¿Existe el sexto sentido de los animales?  Ni idea, pero entiendo porque Poppy se negó a volver a nuestra casa, simplemente porque ya tenía otro hogar y ella sabía con toda seguridad que iba a volver pronto allí.